Cómo hablar sobre drogas con los más pequeños: comunicación preventiva ( 6 -12 años)

La prevención en consumo de drogas ha de empezar mucho antes de que el niño las descubra por su cuenta. Tengamos en cuenta que en esta etapa, sobre todo entre los 9 y los 12 años, están en la edad de los porqués. Ya no sirven argumentos de “prohibido y punto”, y toda prohibición ha de tener su explicación. Además, es importante tener en cuenta que si no empezamos a hablar sobre estos temas a edades tempranas, mas adelante resultará más difícil.

La iniciativa de los padres


Si son los padres quienes deciden tomar la iniciativa al respecto, es importante que se pongan de acuerdo para mostrar una coherencia en el mensaje que se pretende transmitir. Es importante ponerse de acuerdo en qué cuestiones se van a abordar, así como qué tipo de respuestas se darán. La FAD nos propone los siguientes temas y posibles respuestas básicas.

1. ¿Qué son drogas y qué no lo son?
Droga es toda sustancia cuyo consumo actúa sobre el sistema nervioso y modifica la percepción.  Su abuso produce consecuencias tóxicas, entre ellas, la dependencia.

2. Si son nocivas, ¿por qué algunas son legales?
Aunque cada vez se restringe más su permisividad legal, forman parte de una cultura en que  buena parte de la economía dependía de ellas. Sin embargo, poco a poco se está dando marcha atrás a esta permisividad.

3. Si alguno de los padres fuma o bebe moderadamente, ¿qué explicación ofrecer?
Esta es una explicación clave, ya que el niño de más de 6 años ya no admite explicaciones del tipo “mi organismo está preparado y el tuyo no” .Lo que procede en este caso es declarar abiertamente la realidad: se están ingiriendo drogas legales, y eso está perjudicando a nuestra salud.


¿Cómo transmitir la información? Recursos de comunicación


Lo ideal sería iniciar el diálogo a partir de un estímulo externo, ya sea espontáneo (algo en la televisión) o buscado por los padres (una cajetilla de tabaco, un licor...), ya que de esta forma el menor no pensara que va a recibir una charla más, sino que va a hablar con sus padres sobre algo cotidiano.

Comentario + pregunta. Sirven para abrir el diálogo, no para sacar información, y deben ser así percibidas por el menor. Han de ser simples y sencillas.
  - Ese anuncio que hemos visto sobre drogas me ha impactado, ¿tu qué opinas?
Con este tipo de preguntas y comentarios iniciales estamos haciendo partícipes en condición de conversador normal al preadolescente.

Comentario. Otro recurso para iniciar el diálogo es con un mero comentario.
  - Según las nuevas leyes contra el tabaco, está prohibido fumar en un lugar cerrado en el que haya un menor, pero parece ser que se inclumple en el 80% de los casos.
Formulados delante de nuestro hijo no obligan a dar una respuesta, pero si le facilitamos la posibilidad de intervenir opinando o preguntando. Es importante que escuchemos con sumo interés y otorguemos el mismo protagonismo que a los comentarios expresados por los demás participantes de la conversación.
Si el niño simplemente no responde al comentario, puede ser que el tema no le interese o que prefiera escuchar a otros hablar ,y no es conveniente insistir.

<<Mensajes-yo>>. Son reflexiones en voz alta, sin cuestionar necesariamente al menor.
   - Nunca probé el tabaco, creo que tuve suerte.
Con este tipo de reflexiones evitamos en el menor la necesidad de defenderse u ocultar sus ideas, facilitando que exprese sus ideas al respecto.

Preguntas directas. Hay que formularlas con mucha delicadeza. Pudiera parecer que este tipo de preguntas pueden invadir la intimidad del niño, pero resulta procedente cuando el clima de diálogo es cómodo por ambas partes.
   - ¿Tú has probado el tabaco?
   - ¿ Te han ofrecido alcohol?
Es importante que no se sienta inquisitorialmente cuestionado y no lo pongamos en una situación comprometida. Es preferible formular este tipo de preguntas en edades comprendidas entre los 10 y los 12 años.

Como conclusión,cabe insistir en la importancia del diálogo por parte de los padres en la prevención de los riesgos de las drogas, ya que si el hijo no encuentra una respuesta adecuada en ellos, las buscara por otras vías, normalmente el grupo de iguales, pudiéndolo llevar a una información poco acertada, fantasiosa y arriesgada.


Fuente: FAD (2008). ¿Qué les digo? Cómo escuchar y hablar sobre las drogas con nuestros hijos. Madrid: Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

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